Seducción Genuina
El poder de la seducción genuina Hablar de seducción suele despertar ecos de manipulación, conquista interesada o artificio. Durante siglos, la palabra estuvo asociada al engaño o a la habilidad de doblegar la voluntad ajena. Sin embargo, existe otra manera de comprenderla: la seducción como fuerza vital que nos invita a atraer y dejarnos atraer desde lo mejor de nosotros mismos. No se trata de fingir, sino de desplegar la riqueza de nuestra presencia, de permitir que el encuentro humano se transforme en un espacio de apertura, diálogo y resonancia. La seducción, entendida así, deja de ser un juego superficial y se convierte en un arte profundo del encuentro. Es la capacidad de inspirar confianza, de despertar admiración, de abrir caminos hacia la empatía y la ternura. La verdadera seducción no necesita disfraces ni estrategias calculadas: surge de la presencia consciente, de esa habilidad de estar en el aquí y…
